Realmente no se sabe. La biología de la formación de
las huellas dactilares durante la embriogénesis es extremadamente complicada. Aún
así, se han propuesto diferentes mecanismos de formación.
Los dedos empiezan a separarse unos de otros en el
feto durante la sexta semana generando ciertas asimetrías en la forma
geométrica de cada dedo. Las yemas de los dedos empiezan a definirse a partir
de las séptima semana. A partir de la décima semana, empiezan a formarse las
primeras ondulaciones que formarán la huella, patrones que van creciendo y
deformándose hasta “rellenar” el dedo completo. La formación de la huella se da
por finalizada alrededor de la semana número 19. A partir de ese momento las
huellas dactilares ya dejan de cambiar por el resto de la vida del individuo.
¿Por qué se inicia el proceso de
formación de las huellas?
Es el resultado de una deformación
(plegamiento) en una capa de células de la piel, la capa basal entre la
epidermis y la dermis, que sufre un crecimiento celular rápido que genera
esfuerzos que la contraen como una goma elástica, generando el relieve de la
huella. La siguiente ilustración muestra el proceso.
(c) Christophe Champod et al. "Fingerprints
and other ridge skin impressions," CRC Press, 2004.
¿Cómo este proceso genera las
estructuras de las huellas digitales?
Mediante una competición entre diferentes fuerzas,
las que forman los plieges de la piel y las que tratan de restringir
el crecimiento adaptándose a la forma geométrica de la punta del cada dedo en
fase embrionaria. Estos campos de fuerza deforman los patrones que inicialmente
emergen logrando que adopten formas diversas. La siguiente figura ejemplifica
algunos de estos campos de fuerza y nos presenta un resultado de “huella” generada
por simulación numérica de las ecuaciones de Kücken-Newell.
(c) Christophe Champod et al. "Fingerprints
and other ridge skin impressions," CRC Press, 2004.
¿Por qué las huellas dactilares son únicas?
Porque son el resultado de un proceso de formación
de patrones no lineales con fuerte dependencia con las condiciones iniciales.
Pequeños cambios en el campo de fuerzas elástico que genera las huellas son
amplificados y conducen a grandes cambios en el patrón final.
Las
posibilidades de que dos personas las tengan idénticas es muy remota pero no
imposible. De acuerdo al matemático Sir Francis Galton, en el siglo XIX la
posibilidad es una en 64 billones de opciones, por esta razón son muy útiles
para la identificación. La probabilidad de que tres personas tengan las mismas
huellas dactilares es de una en cada 100 cuatrillones.
Bibliografía de interés:
* La
unicidad dactilar, desde el punto de vista CSI, nos lo cuenta el artículo
técnico de Anil K. Jain, Salil Prabhakar, Sharath Pankanti, “On the
similarity of identical twin fingerprints”
Pattern Recognition 35: 2653-2663, 2002.
* Desde
el punto de vista de la teoría de formación de patrones en el desarrollo
embrionario Michael Kücken, “Models for
fingerprint pattern formation” Forensic Science
International 171: 85-96, 2007 .
Por Gonzalo Rodríguez Dávila
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